Es una creencia extendida que la producción de papel conlleva la tala de árboles y la devastación de bosques naturales. Sin embargo, la verdad es que la madera utilizada en la fabricación de papel proviene de plantaciones forestales comerciales certificadas, no de los ecosistemas naturales. Estas plantaciones fueron establecidas con el propósito específico de proveer materia prima a la industria papelera y satisfacer la necesidad de madera en otros sectores económicos.
La producción de papel implica un proceso con impactos positivos en términos sociales, económicos y ambientales. Las plantaciones forestales comerciales, que suministran la madera para la fabricación de papel, desempeñan un papel esencial en la mitigación del calentamiento global, al capturar el CO₂ y regular las corrientes de agua, mejorando así su calidad y protegiendo el suelo contra la erosión.
Además de sus efectos ambientales positivos, estas plantaciones desempeñan un papel crucial en la protección de los bosques naturales y en la conservación de la biodiversidad. Su existencia contribuye al equilibrio entre la demanda de recursos y la preservación de los ecosistemas naturales, destacando así la importancia de una gestión responsable y sostenible en la industria papelera.
Se ha demostrado que la fabricación y el uso responsable de papel y cartón contribuyen de manera efectiva a la sostenibilidad del medio ambiente. Además de sus beneficios ambientales, la producción de estos materiales también conlleva ventajas económicas y sociales significativas.
La preservación de los bosques resulta imprescindible para la conservación de valiosos recursos naturales, como el agua, y para desempeñar funciones cruciales como la regulación climática, la mitigación del cambio climático, así como la promoción de la polinización y la dispersión de semillas.
Por ejemplo, en Colombia es importante destacar que no se lleva a cabo la tala de bosques naturales con el propósito de reemplazarlos por plantaciones forestales comerciales. En cambio, estas plantaciones se establecen en terrenos con una vocación forestal previa, que en el pasado tuvieron un uso del suelo distinto al de su vocación natural, como la práctica de la ganadería extensiva.
Este enfoque busca minimizar el impacto en los ecosistemas naturales y respetar la biodiversidad al aprovechar tierras que ya han experimentado alteraciones humanas. Al asignar un nuevo propósito a estos terrenos, se fomenta la restauración del ecosistema y la contribución a la producción sostenible de madera, sin recurrir a la deforestación de bosques valiosos. De esta manera, se busca lograr un equilibrio entre las necesidades económicas y la conservación del entorno natural.
En España, la elección predominante de árboles como el eucalipto y el pino para la producción de papel es una medida consciente. Se opta por especies de rápido crecimiento y no se recurre a madera noble, especies exóticas ni a árboles como hayas, robles o encinas. Esta decisión busca proteger nuestros bosques y evitar la deforestación.
Este enfoque contradice el mito de que la producción de papel contribuye a la desaparición de los bosques. Las industrias papeleras tienen un interés fundamental en preservar los bosques, ya que dependen de un suministro sostenible y responsable de materia prima. La selección de especies de crecimiento rápido refleja un compromiso con la conservación forestal y el equilibrio entre la demanda de papel y la preservación de los recursos naturales.
Mitos sobre el papel y su fabricación
La expansión de la deforestación a nivel mundial está en constante aumento.
Seguro has escuchado muchas veces la frase: «La deforestación está aumentando». Aunque es cierto que las actividades industriales están contribuyendo en gran medida a la pérdida de bosques, es importante destacar que aproximadamente el 31% de la superficie total del planeta sigue siendo boscosa. Además, los bosques están experimentando un crecimiento constante. Por suerte, en Europa se suman alrededor de 700,000 hectáreas de bosque cada año, y en Asia la cifra es aún mayor, con un incremento de 2.2 millones de hectáreas de bosque anualmente.
La producción de papel implica la destrucción de bosques.
Es cierto que millones de hectáreas de bosques se ven afectadas por la extracción de madera para diversas industrias. Sin embargo, en prácticas éticas, la producción de papel implica el cultivo de árboles en plantaciones forestales específicas para este propósito.
Es necesario desmentir esta idea equivocada sobre la producción de papel, ya que las industrias papeleras son las principales defensoras de la preservación de los bosques.
El papel reciclado es la única opción verdaderamente ecológica.
La fibra virgen y la reciclada representan dos etapas diferentes en el ciclo de vida del papel. La fibra de celulosa, extraída de la madera, es considerada virgen cuando se emplea por primera vez.
La etiqueta «ecológico» para el papel se basa en una evaluación completa de su impacto ambiental, abarcando desde su fabricación hasta su disposición final. Se evalúa el uso de recursos naturales y energía, así como las emisiones en el aire, agua y suelo.
Por otro lado, el término «reciclado» se refiere al papel cuyas fibras provienen de material recuperado de papel y/o cartón. Sin embargo, un papel reciclado no siempre es automáticamente ecológico, ya que su proceso de producción puede ser contaminante. Por el contrario, también existe papel ecológico que no es reciclado, ya que su proceso de fabricación es amigable con el medio ambiente, utilizando pasta virgen como materia prima.
Los envases hechos de papel y cartón presentan numerosas ventajas.
De acuerdo a encuestas realizadas en el sector, el 93% de los consumidores perciben los envases de papel y cartón como los más respetuosos con el medio ambiente. Estos materiales son de origen natural y renovable, además de ser fácilmente reciclables y biodegradables. Su producción se realiza mediante tecnologías cada vez más limpias, lo que resulta en una disminución significativa del impacto ambiental.
Las plantaciones de árboles destinados a la producción de papel son ecológicas y sostenibles
Estas plantaciones se establecen en terrenos abandonados que anteriormente fueron utilizados para la agricultura, lo que resulta en un aumento de la superficie forestal. La elección de especies de rápido crecimiento permite obtener una cantidad significativa de madera en un espacio reducido. Además, estas plantaciones actúan como importantes absorbentes de CO2, desempeñando un papel crucial en la mitigación del cambio climático. En España, estas plantaciones llegan a almacenar hasta 32 millones de toneladas de CO2 equivalente. Están gestionadas de manera sostenible para asegurar que sus funciones ecológicas, sociales y económicas se mantengan, como establece el Ministerio de Agricultura.